
Y no sabes lo que jode tener miedo de la esperanza.
Es como un escalofrio repentino. Como que se te da la vuelta el estómago. Como una sacudida interna. Como… Sí. Ya sabes cómo.
Seguro que has oído mil veces esa expresión. Es como un cosquilleo por dentro. Como si algo te revoloteara entre las costillas. Como… Sí. Como mariposas.
Es como que recuerdas un momento, una escena, un segundo. Tienes el tiempo justo para recordar un beso, una mirada, una caricia. Y entonces pasa. Imaginas esa escena un segundo y te pasa. Es como cuando estar durmiéndote y tienes la sensación de que te caes; pasas unos segundos confuso, tratando de averiguar lo que ha pasado. Simplemente pasa. Y, de repente, sin saber porque, sientes eso. Te cuesta deducir lo que es. Y cuando te das cuenta, ya es demasiado tarde.
Oh… Mierda… Sí, son mariposas, mariposas en el estómago.
It's not the time
It's not the place
I'm just another pretty face
So don't come any closer
You're not the first
You're not the last
How many more?
Don't even ask
You're one more dead composer
Do I need you?
Yes and no
Do I want you?
Maybe so
You're getting warm
You're getting warm
You're getting warmer oh
Did you plan this all along
Did you care if it was wrong
Who's getting warmer now
Then I'm gone
Misery loves company
And company loves more
More loves everybody else
But hell is others
I'm not for you
You're not for me
I'll kill you first
You will see
You devil undercover
You're not a prince
You're not a friend
You're just a child
And in the end
You're one more selfish lover
Do I need you?
Yes and no
Do I want you?
Maybe so
You're getting warm
You're getting warm
You're getting warmer oh
Did you plan this all along
Did you care if it was wrong
Who's getting warmer now
Then I'm gone
Misery loves company
And company loves more
More loves everybody else
But hell is others
You're so easy to read
But the book is boring me
You're so easy to read
But the book is boring me
You're so easy to read
But the book is boring me
Boring boring boring boring
Boring boring me
Pray for me
If you want to
Pray for me
If you care
Pray for me
If you want to
Pray for me
If you care
Pray for me
If you want to
Pray for me
If you care
Pray for me
If you want to
Pray for me you fucker
If you fucking care
Misery loves company
And company loves more
More loves everybody else
But hell is others
Supongo que cada cual tiene su fuente de inspiración. Cada cual saca las ideas de donde puede. Cada uno tiene sus musas.
Hoy me he dado cuenta de que mi musa es la ira.
Escribir es mi forma de canalizar la ira, de volverme menos peligrosa. Solo cuando estoy realmente furiosa puedo escribir de verdad, escribir lo que quiero. Sí, mi musa es la ira. Por eso lo único que sé escribir, lo único que me queda bien, es eso. Críticas. Insultos. Odio. Es lo único que me sale de dentro. Lo demás son todo sucedáneos de ideas.
Por eso cuando quiero escribir otra cosa, no me sale. Reconozcámoslo, se me da mal ser buena. Se me da mal hablar bien de la gente. Se me da bien dar las gracias. Se me da mal perdonar. Y hay veces que realmente quiero hacerlo. Realmente quiero escribir algo bonito. Realmente quiero decir un “te quiero” de cien palabras. Pero no me sale. Tengo que arrancarme las palabras, sacarlas a la fuerza. Soy incapaz de decirlas sin más.
Quizá es porque dentro de mi cabeza las cosas pasan diferente. Yo sé cuando quiero a alguien, y por ende ese alguien debería saber que le quiero. Por eso nunca lo digo. Hablar de sentimientos es una anomalía dentro mi cabeza. Es como si una parte de mi me tuviera prohibido hacerlo, aunque yo quiera. Como si aquel fuerte que construí hace tiempo, para protegerme, ahora se hubiera convertido en una cárcel. Una cárcel de la que no puedo salir, porque está dentro de mí.
Aunque aún me queda la esperanza de conseguir derribar los muros de mi prisión. No se si lo haré yo, o si alguien de fuera lo hará por mí. Yo lo intento, empujo la puerta con todas mis fuerzas. Ya se ha abierto un poco. Solo es una rendija, pero es más de lo que, a estas alturas, creía posible. No es suficiente como para salir fuera, pero sí para que entre algo de luz. Voy abriéndola poco a poco. Aunque hay veces en las que no me doy cuenta de que hay corriente y se me vuelve a cerrar. Hay veces que no me doy cuenta de que está cerrada. Estoy tan acostumbrada a mi fuerte que ya me parece algo normal.
En resumen: Tengo un problema. Yo una vez fui buena. Me hicieron volverme mala. Me volví mala. Me acostumbre a ser mala. Ya no consigo ser buena.
Sé odiar. Sé ser cruel. Sé criticar. Sé amenazar. Sé ser mala. Se me da bien. Supongo que tuve que sacarme el alma para poder almacenar dentro de mi toda esta rabia. Y ahora lo bueno ya no me entra. Igual ya es tarde. Igual no. Ya se verá. Quien aguanté para verlo lo sabrá.
No se si sería por toda la gente que había a mi alrededor. ¿Cientos de personas? ¿Más de mil? No lo sé. Muchísimas. Y más que había fuera, tratando de atisvar el concierto desde la altura del Monte de la Tortilla, golpeando las vallas hasta hacerlas caer.
No sé si sería por el asfixiante calor a pesar de que el sol comenzaba a ocultarse. En parte por la mitad del mes de junio en la que nos encontrabamos, en parte por la concentración de gente.
No sé si sería por esas nubes oscuras que parecieron asustarse. Al contrario de lo que parecía, finalmente no descargaron su lluvia sobre nosotros, tras una firme amenaza por parte de la pirotecnia.
No sé si sería por los interminables minutos de espera. No solo esperar a que Slash saliera del escenario y docenas de pipas prepararan todo para los siguientes. Sino las horas que llevabamos ahí de pie, asegurandonos un sitio entre las primeras filas.
No sé si sería por su entrada triumfal. Cuando comenzó la música y aparecieron por todo lo alto, sobre una enorme plataforma, entre los aplausos de la multitud embrutecida.
No sé si sería por la inercia que te hacía gritar de emoción cuando todo el mundo lo
hacía. Aunque ya no sabias por qué gritabas, ni porqué aplaudías, ni porqué mirabas a tu alrededor como si temieras que fuera todo un sueño.
No sé si sería por el humo que impedía verles con claridad. La nube de humo que es hacía parecer dioses sobre el escenario, desapareciendo de cuando en cuando, para aparecer de una forma aun más espectacular.
No sé si sería por las llamaradas que brotaban de sus guitarras. Por el redoble de batería que hizó saltar una bola de fuego que acertó a un foco.
No sé si sería por las olas de calor que provocaban las lenguas de fuego. Llamas que brotaban en perfecta sincronía con la música. Que cuando te alcanzaba el calor sentías durante unos segundos que no podías respirar y más tarde el aire volvía y te sentías más vivo que nunca.
No sé si sería por las pantallas gigantes que te permitían ver lo que sucedía a pesar del gentio. Porque la vista se te iba hacia los rotros enormes que se veían entre pixels muertos, en vez de mirar al cuerpo humano que se movia a excasos metros de ti. Porque cuando las cámaras enfocaban al publico, te veías en las pantallas, a atraves de la emoción de lo fans que, al igual que tú, se sentían en un sueño.
No sé si sería por el olor a polvora y a sudor que impregnaba el ambiente. Porque el oxígeno se hacía dificil de respirar, todo el humo de los petardos, el calor de las llamar, la concentracion de gente y el humo de los cigarros, concentrado en una bola de aire denso del que era imposible salir.
No sé si sería por la vibrante energía que emanaban las guitarras. La electrizante música que te erizaba el vello de los brazos. Que te impedía quedarte quieto, o –si quiera- bajar los brazos que agitabas al cielo.
No sé si sería por esa aguda voz que alcanzaba tonos imposibles. Por sus gritos y por su tono melodioso que te acariciaba e hipnotizaba.
No sé si sería por los cañones que dispararon pequeños trozos de papel que llenaron el cielo como copos de nieve. Por el suave roce de ese papel sobre tu piel mientras saltabas, por como sentías que se te colaba bajo la ropa, y te daba igual.
No sé si sería por estar viviendo la leyenda. Porque existe la firme creencia de que los grandes grupos solo visitan las grandes ciudades. Y teníamos al más grande de los grandes en la ciudad más invisible. Porque no sabes cuantos conciertos más darán, que ya estan mayores. Porque el día que tengas nietos podras decirles “Eh, yo estuve ahí”.
No sé si sería porque ahora creo que veo la música de otra forma. Por que creo que ahora ningún concierto me va a parecer a la altura. Por que creo que nunca voy a ver nada igual. Sé que nunca voy a ver nada igual.
No sé si sería por que eran los KISS.
Pero todavía siento por dentro ese calor y esa satisfacción que produce haber cumplido un sueño, no solo mí sueño sino, el sueño de millones de personas. Esa sensación de plenitud, de haber alcanzado momentaneamente el nirvana. Cuando sientes que todo da igual, que ahora mismo eres feliz, y te sientes completo.
Parece mentira que algo tan simple como la música pueda hacerte sentir así.
Hay tantas cosas que quiero decirte.
No se...
Son cosas que quiero que sepas.
Pero que no te quiero decir yo.
Quiero que te des cuenta tu solo.
Quiero demostrartelo.
Pero me parece que no te das cuenta.
No se...
Igual soy yo.
Igual no lo dejo lo suficientemente claro.
Y me ofuscan tus dudas.
Y quero dejartelo todo claro.
Pero prefiero que te des cuenta.
Aunque sea más dificil.
No se...
Nunca me gustó ir por el camino facil.