martes, 23 de noviembre de 2010

Prefiero quemarme que apagarme lentamente.


Quema.

Quema.

Quema mucho.

No sabes bien cuanto.

Pero no quema lo suficiente para que arda.

Y cuando la llama se apaga hace frio.

Prefiero quemarme que apagarme lentamente.

Pero no quieres quemarme.

¡Quemame!

No… ya no quema.

Ahora solo hace frió.

No hay comentarios:

Publicar un comentario